Los límites y normas de uso de Internet, bien sean en ordenadores, móviles, tablet o bien en cualquier otro dispositivo, se convierten en una de las cuestiones familiares a debatir y, en ocasiones, es un motivo de batalla.
Deberíamos especificar las principales medidas restrictivas y prohibiciones que deseamos establecer para intentar evitar los riesgos que conlleva su uso inadecuado.
Sabemos que la tecnología en sí no es mala sino que el problema reside en el uso que se le da. Aunque deberíamos educar con nuestro propio ejemplo, ya que si para nosotros nuestro teléfono es una prolongación de nuestra mano, también lo será para nuestros hijos.
Seamos los primeros en hacer un uso coherente de nuestros dispositivos para que seamos el mejor ejemplo que nuestros menores puedan tener, porque los niños son esponjas y aprenden mucho más con lo que ven de lo que creemos.
Además, es necesario que, junto a nuestros hijos, establezcamos pautas claras y concretas que faciliten un uso responsable. Les expliquemos claramente cuáles serán las consecuencias si dichas normas no se respetan.
También deberíamos realizar un control parental . No se trata de espiar o prohibir sino de proteger y educar. Existen numerosas APPs en el mercado que pueden facilitarnos este trabajo y nos ayudarán a evitar situaciones de riesgo, sin olvidarnos de que la seguridad total en internet no existe, pero los comportamientos seguros sí.
Es lo mismo, la elaboración de un Contrato de Uso entre padres e hijos o un Pacto Familiar, ambos son eficaces para un uso responsable y nos ayudará a que nuestros hijos asuman de forma controlada las responsabilidades que supone su nueva adquisición.
Podemos encontrar numerosos modelos de contratos para el buen uso de los dispositivos en familia, aquí os dejamos un par de ejemplos , pero existen muchos más en internet.
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