La Iglesia Católica ha recogido testimonios de abusos sexuales a 927 menores cometidos por 728 sacerdotes y otros religiosos desde los años 40, y ha constatado que la mayoría de las víctimas, el 82,62%, son varones.
Así se desprende del informe Para dar luz, elaborado por la Conferencia Episcopal Española (CEE) y presentado este jueves en una jornada en Madrid. Se trata del primer documento que presenta la Iglesia en España sobre la pederastia y que incluye toda la información recibida.
El informe se compone de siete volúmenes divididos en varias partes: una parte documental con todos los protocolos de prevención de abusos elaborados por instituciones eclesiales de ámbito nacional, congregaciones religiosas y diócesis en estos tres últimos años; una recopilación de toda la legislación de prevención y actuación vigente; una tercera parte en la que se da cuenta de los casos conocidos a través de las oficinas de protección de menores, y una cuarta con el trabajo de formación.
En relación a la fecha en la que se cometieron los abusos, ordenados por décadas, el documento revela que el 80% de los casos se produjeron antes de 1990. En concreto, se contabilizan dos casos anteriores a 1950; 40 entre 1950 y 1960; 137 entre 1960 y 1970; 172 entre 1970 y 1980; 127 entre 1980 y 1990; 45 entre 1990 y 2000; 20 entre 2000 y 2010; 60 entre 2010 y 2020, y 34 casos ocurridos a partir de 2020.
Circunstancias de los abusos
En relación al sexo, más del 99% de los agresores son varones -frente a cinco mujeres acusadas- y, atendiendo a las víctimas, también son en su mayoría hombres (82,6%). En cuanto a la pertenencia a la Iglesia, más de la mitad de los acusados, un total de 378, son sacerdotes (el 52% del total). Además hay 208 religiosos o religiosas, 92 laicos y 23 casos en los que el denunciante no supo la condición eclesial del agresor. El 63,6% de los acusados han fallecido.